jueves, 26 de mayo de 2016

Reseña: Ten Tiny Breaths, por K. A. Tucker

Sinopsis: Toda la vida de Kacey Cleary explotó hace cuatro años en un accidente de tráfico por un conductor ebrio. Ahora está trabajando duro para enterrar las piezas que dejó atrás —todas menos una. Su hermana pequeña, Livie. Kacey puede tragar la constante desaprobación de su renacida tía Darla sobre su estilo de vida autodestructivo; puede controlarse para no patearle el culo a su tío Raymond cuando pierde los fondos para la universidad de las chicas en una mesa de blackjack. Ella solo tiene que mantener la calma hasta que Livie ya no sea menor de edad, y luego podrán marcharse del infierno de Grand Rapids, Michigan.Pero cuando el tío Raymond se desliza en la cama junto a Livie, Kacey decide que es el momento de correr. Armadas con dos billetes de autobús y el sueño de vivir cerca de la costa, Kacey y Livie empiezan sus nuevas vidas en un complejo de apartamentos en Miami, complementado con un propietario gruñón, un pervertido en el piso de arriba y una vecina con un nombre artístico perfectamente adaptado a su “profesión” elegida. Pero Kacey no está preocupada. Ella puede manejarlos a todos. A quien no puede manejar es a Trent Emerson, del apartamento 1D.
Kacey no quiere sentir. No debe hacerlo. Es más seguro de esa manera. Para todo el mundo. Pero el sexy Trent encuentra un camino hasta su entumecido corazón, reavivando su capacidad de amar. Ella empieza a creer que quizás puede dejar el pasado en donde pertenece y empezar de nuevo. Quizás no está más allá de la reparación.
Pero Kacey no es la única que está rota. El aparentemente perfecto Trent tiene su propio pasado imperdonable; uno que, cuando se descubra, hará pedazos la nueva vida que Kacey está construyendo y la enviara de vuelta a la sofocante oscuridad.

Título: Ten Tiny Breaths
Autor/a: K. A. Tucker.
Saga/Trilogía: Sí.
Español: No si no contamos el pdf...
Ya en Argentina: No.




¡Holaaa! Nunca se muy bien cómo empezar una reseña, es un crisis existencial que me perturba. Pero bueno. Últimamente estuve reseñando todos libros que me gustaron muchísimo, de cinco y cuatro estrellas, pero de vez en cuando está bien desquitarse un poco, ¿no? Es liberador, supongo...
Cómo me cuesta engancharme con el género New Adult Contemporáneo, es algo que no termina de calarse en mí. Pocos libros, y he leído bastantes, me gustaron de este tipo (en este momento se me viene a la cabeza Hopeless por ejemplo), motivo por el cual los venía evitando hace rato. Pero no sé, me picó la venita romanticona y me agarraron ganas de leer una novela de esa estilo. Ten Tiny Breaths fue lo que encontré en mi búsqueda.

Llevo teniendo este libro en vistas desde hace años, y recién ahora le di una oportunidad... Mala elección. Pero no nos adelantemos.

¿De qué se trata está historia? A decir verdad no puedo agregar mucho más de lo que dice la sinopsis misma que paja leer todo eso por Dios, pero en resumidas cuentas, Kacey (la protagonista) y su hermana Livie acaban de mudarse a Miami con el fin de escapar de su pasado. Cuatro años atrás Kacey participó de un accidente en el cual murieron sus padres, su novio y su mejor amiga, siendo ella la única superviviente. A raíz de ese hecho Kacey y su hermana menor se fueron a vivir con sus tíos, quienes formaban una familia disfuncional llena de problemas. El vaso colapsó cuando su tío se coló en la cama de Livie, por lo que Kacey decide escapar a Miami, donde rentan un departamento en un edificio bastante modesto, con el fin de pasar desapercibidas.

La premisa no es nada del otro mundo, para ser sincera. Piensa en un trágico accidente automovilístico, que se haya llevado a un ser querido de una protagonista, y tendrás un millar de libros con esa misma trama en el género; pero decidí darle una oportunidad porque, como dice en la sinopsis, el edificio donde Kacey y Livie se mudan prometía estar lleno de originales e interesantes personajes. Error. Monumental error.

Hablemos un poco de la protagonista, Kacey YaOlvidéTuApellido. Su sentido del humor fue lo que me enganchó a seguir leyendo. Pintaba ser una chica endurecida por el sufrimiento, sagaz, inteligente y de lengua afilada. A ella no le gustan las personas, no le gusta relacionarse con ellas, ni hablar con ellas y mucho menos tocarlas después del accidente, por eso me esperé un poco más de resistencia por su parte hacía Trent, el protagonista masculino, que obviamente está ultra-archi-mega bueno, ¡pero no! Las bragas de Kacey tiemblan desde su primer encuentro. 
El libro, que no es muy descriptivo, de repente se pone a narrar cada mínimo detalle del cuerpo de Trent y de las ganas que la protagonista tiene de comérselo enterito. Pasa de ser una chica inteligente y contestona a una tímida y tartamudeante en segundos. Esa contradicción en su personalidad no me gustó nada, siento que la autora no tenía en claro la forma de ser de su protagonista, ni ella conocía a su propio personaje, cosa que me parece un error garrafal.
Kacey y Trent tienen un flechazo instantáneo (un puto insta-love) y saltan chispas entre ellos desde el inicio... aunque la verdad, conversaciones que deberían haberme dado ganas de hacer pulldance en la pierna de Alex Turner sólo se me hicieron sosas, tediosas, malditamente repetitivas.
Su relación me pareció tonta, sin sentido. No hablan más de tres veces antes de estar saliendo, antes de estar perdidos el uno por el otro. Sabemos que los dos tienen un pasado oscuro, que los dos están rotos, que a Kacey le cuesta confiar en la gente y mucho más aún relacionarse, y sin embargo ya están juntos antes de que Kaz Brekker pueda forzar una cerradura (y vaya que lo hace rápido). Irreal. Totalmente Irreal.

Los coloridos y diversos personajes secundarios del edificio se limitan solo a la vecina Storm y a su hija de cinco años, Mia. Mia es un encanto, como todo niña de cinco años que sueña con ser princesa, lo admito. Storm también me cayó bien, no obstante, no es nada del otro mundo como personaje, cumple la función de ser la amiga de la protagonista, la que la empuja a hacer locuras y la ayuda. Es un complemento y ya está. Pero a pesar de todo, fue mi personaje favorito del libro junto con Livie, la hermana de Kacey. 

Y ahora sí, el momento que todas esperábamos: Trent Emerson, alias el creepy acosador a quien cuya protagonista le perdona todo por estar MALDITAMENTE BUENO. Trent tiene unos músculos de infarto, está bueno, ojazos azules, está bueno, hoyuelos, ¿ya dije que está bueno? Porque no tiene mucho más que eso. Pero claro, a Kacey no le importa.
El chico se me hizo plano, ¿y su pasado oscuro? Totalmente predecible, supe como iba a acabar el libro desde antes de la mitad. Eso le bajó muchísimos puntos a la trama, ya que leí el resto de la novela con la certeza de saber lo que iba a pasar, sin intriga. Y efectivamente, terminó pasando lo que yo pensaba.

*spoilers on*
¿Qué onda cuando se revela que Trent la ha estado acosando desde hace dos años, esperando el momento perfecto para acercarse? Y que además había hackeado su e-mail para descubrir su ubicación. Okey, yo en el lugar de Kacey le hubiese impuesto una orden de alejamiento, eso es raro, y escalofriante. Para nada tierno.
Otra cosa, ¿cómo se enteró de que Kacey había comenzado a trabajar en Penny's, o a qué gimnasio iba? Tuvo que haberla acechado. Repito, raaaaarooooo.
*spoilers off*


Para finalizar, es obvio que no me gustó, que me he llevado otro fiasco con el género YA, pero no voy a ser una ogra amargada, no del todo. Es entretenido y calentón, y si estás buscando algo así supongo que puedes llegar a pasar un buen rato leyéndolo, aunque insisto que hay mejores opciones. Sin embargo, tiene un ritmo rápido y es fácil de leer, por lo que se lee de una sentada. Para demostrar que soy indulgente le voy a dar 2,5/ lunas.
¡Hasta la próxima! Espero que no me maten por ser tan dura jajaj


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